05 febrero, 2016

Altadis sin corazón ni sentimientos

Sin corazón. Sin sentimientos. Así son las multinacionales y el capital. Cuando les interesa, ganen o pierdan, se van y ahí te quedas. Ahí se quedan los trabajadores, sin empleo, sin esperanza y con angustia por su futuro.
Sin embargo, son esas mismas empresas las que, cuando hay pérdidas, (o sin ellas) acuden raudas a pedir ayuda a papá Estado para que las rescate sin miramientos, ahí sí, con el dinero de todos. Y es entonces cuando esos liberales, anti-Estado, furibundos defensores de la No-intervención, cambian su discurso, se ponen de perfil y proclaman que en estos casos, sí, lo normal debe ser ayudar a las empresas en crisis. Ya lo de las personas es otra historia. Que el Estado regule y garantice sus pérdidas ahí no les importa. Hipócritas, o mejor dicho: ¡sinvergüenzas!
Lo peor de todo es que todavía hay mucho despistado que no sabe por dónde anda, y que nos pregunta el por qué ¿Qué por qué somos socialistas o de izquierdas? Qué más da, vienen a decir... ¿Qué por qué es necesario regular el mercado?
Hace algún tiempo un responsable político de izquierdas, y admirado por mí por su labor a favor del municipalismo, Pedro Castro, dijo (con otras palabras) algo así: "que no entendía cómo había tanto obrero que votara a la derecha" Pues eso...
 
Foto: Rubén Gil en Facebook de Félix Caperos

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